¿Qué es el hígado?
El hígado es el órgano interno más grande de todos y desempeña varias funciones importantes, incluidas: 

  • Degradar y almacenar los nutrientes procedentes de los alimentos (necesarios para producir energía y crecer).
  • Producir sustancias químicas (factores) que permiten que la sangre de una persona coagule cuando se corta.
  • Suministrar la bilis a los intestinos para ayudar a absorber las grasas de los alimentos.
  • Degradar el alcohol, los fármacos y las sustancias tóxicas que hubiera en la sangre.

En el hígado, dos tercios de todas las células son de un tipo denominado «hepatocitos», pero otros tipos de células componen los numerosos vasos sanguíneos del hígado y los conductos biliares (tubos que transportan la bilis hasta la vesícula biliar o los intestinos). Dependiendo de donde y en qué tipo de células se origina el cáncer, se pueden desarrollar distintos tipos de cáncer de hígado. Uno de estos es el «carcinoma hepatocelular» (CHC).

¿Qué es el carcinoma hepatocelular (CHC)?
El carcinoma hepatocelular (CHC) es el tipo más común de cáncer de hígado. Es más común en personas que ya presentan daño hepático, ya sea debido a una enfermedad denominada cirrosis o a otros trastornos. 

El CHC se origina en células del hígado denominadas «hepatocitos». En las personas sanas, los hepatocitos pueden controlar cuidadosamente su propio crecimiento y mueren si resultan dañados o no pueden funcionar debidamente, como cualquier otro tipo de célula normal. El CHC puede iniciarse cuando en los genes de los hepatocitos ocurren cambios que afectan las instrucciones que indican a las células cómo comportarse. Estos cambios pueden producir el crecimiento celular incontrolado, y que se empiece a formar un tumor.

¿Cuáles son los factores de riesgo para el carcinoma hepatocelular?
No se entiende por completo lo que produce el carcinoma hepatocelular, aunque existen algunos factores, denominados «factores de riesgo», que pueden aumentar las probabilidades de que una persona presente la enfermedad. Algunos factores de riesgo son: 

  • Cirrosis: cicatrices en el hígado producidas por un daño previo. La cirrosis se puede deber a una infección con un virus como el de la hepatitis B o C, o al consumo regular de alcohol (el consumo de alcohol también podría dañar los genes de las células hepáticas). Estas cicatrices pueden afectar al funcionamiento del hígado.
  • Fumar.
  • Esteatosis hepática no alcohólica: es un trastorno en el que depósitos de grasa en el hígado pueden causar hinchazón y, con el tiempo, cirrosis.

¿Cuáles son los síntomas del carcinoma hepatocelular?
El carcinoma hepatocelular (CHC) no suele producir síntomas en los estadios iniciales de la enfermedad, pero si los hubiera, pueden incluir pérdida de peso, coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica denominada «ictericia», e hinchazón o dolor en el abdomen. 

¿Cómo se diagnostica el carcinoma hepatocelular?
Si una persona tiene un alto riesgo de desarrollar carcinoma hepatocelular, posiblemente porque presenta uno o más de los factores de riesgo mencionados más arriba, es posible que se tengan que someter a «pruebas de rutina». Esto puede ayudar a los médicos a detectar el CHC lo antes posible.

Existen varios métodos para diagnosticar el CHC. Estos incluyen análisis de sangre para determinar si el hígado funciona correctamente y ecografías, TAC o RM para obtener una imagen del hígado. Es posible que el médico también quiera realizar una «biopsia», lo que supone extraer una pequeña muestra de tejido hepático, para asegurarse de que el diagnóstico es correcto. 

¿Qué es el carcinoma hepatocelular avanzado?
Cuando se diagnostica carcinoma hepatocelular (CHC), se le asigna un estadio con base en el tamaño del tumor dentro del hígado o el grado de diseminación a otras partes del cuerpo. El estadio puede ser «inicial», «intermedio» o «avanzado».

El CHC se denomina avanzado cuando se ha diseminado a una parte del sistema inmunitario denominada «ganglios linfáticos» o a otros órganos. El CHC avanzado no se suele tratar con intervención quirúrgica, pero el médico podrá darle otras opciones de tratamiento.

¿Qué opciones de tratamiento existen para el carcinoma hepatocelular avanzado?
Una posibilidad es utilizar fármacos que bloquean las señales que indican a las células que crezcan: estos fármacos, denominados «TKI» (por sus siglas en inglés), son la opción de tratamiento preferida (lo que se conoce como «tratamiento de referencia») para el carcinoma hepatocelular avanzado. 

En la actualidad, sorafenib es el único TKI autorizado en el mundo para el tratamiento de primera línea del CHC avanzado. Sin embargo, en Japón y EE.UU., lenvatinib (otro TKI) también está autorizado, después de que en un estudio clínico en el que se comparó ambos fármacos, se demostrara que puede ser tan eficaz como sorafenib. 

Hasta 2017, no se disponía de opciones de tratamiento eficaces cuando sorafenib dejaba de funcionar. Regorafenib, otro TKI, está autorizado desde entonces en todo el mundo para el tratamiento del CHC en pacientes que ya han recibido tratamiento con sorafenib. En la actualidad se está investigando la «inmunoterapia antineoplásica» (ITA). La ITA funciona ayudando al sistema inmunitario a localizar y atacar a las células cancerígenas. En la actualidad, nivolumab es el único fármaco para ITA autorizado para el CHC, pero solo está autorizado en EE.UU. y únicamente para pacientes que no responden al tratamiento con sorafenib. Se están realizando estudios clínicos con diversos fármacos para investigar la ITA como primera línea de tratamiento para el CHC.

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